Tanto mujeres como hombres pocas veces lo nombramos o reconocemos y aunque esté atrás es una de las partes más hermosas del cuerpo humano, sobre todo femenino. Una de las connotaciones del imán trasero es que nos lleva a pensar en el sexo anal. Y si dentro del tema sexual la penetración, sus juegos y filias son un tabú, el anal lo es aún más.
Sin embargo, es una de las fantasías de los hombres. Y hay muy pocas mujeres que realmente lo disfrutan, pero esto se debe a que si para el sexo vaginal poco o nada nos enseñaron, del anal, casi todo es un verdadero tabú. Pese a eso, encuestas han revelado que el 40% de las parejas lo han intentado alguna vez.
Ernst Gräfenberg, el investigador alemán que descubrió el punto G, creía que la postura ideal para estimular esa zona era la penetración por detrás. Y sí, los orgasmos anales también existen, sobre todo, con ella sentada encima de él, en donde puede ser más seguro para ella pues es quien domina el movimiento todo el tiempo.
Los básicos
El ano es una parte súper sensible que necesita estimulación. Por lo mismo es más dolorosa. Hay que saber estimular, hacerlo con maestría, preguntar cómo se siente, hacerlo lento la primera vez, y saber que un no es no, y un sí, es hazlo pero con inteligencia.
Muchas mujeres odian el sexo anal porque quizá su primera experiencia no fue del todo bueno. El reto es hacer de ese momento una experiencia erótica, sensual y deliciosa, no una pesadilla para ella.
Una clave es hacerlo con suficiente lubricación. El ano no se lubrica por sí mismo y es por eso que existen en el mercado muchos lubricantes para esta parte, más duraderos y más espesos.
Siempre es recomendable usar condón si no se trata de una pareja estable, segura o sana. Sobre todo porque esta región es más sensible de contraer enfermedades de transmisión sexual. Si usas condón, es preferible cambiarlo después de una lenta penetración anal, y nunca usar el mismo para penetrar la vagina.
Es recomendable que antes de la penetración con el pene uses los dedos y lubricante. Si es una pareja reciente o desconocida, siempre usa dedales o guantes de látex, así como plástico autoadherente, del de cocina, si es que se les antoja el también prejuiciado “beso negro”. Hoy, en estos tiempos, ya no puedes tener sexo sin estos aditamentos al lado de tu cama.
Durante un juego erótico muy intenso o salvaje, con ella encima de ti, toca su ano con uno de tus dedos. Antes y después de la práctica practiquen en demasía la limpieza. Minutos antes, ella puede lavarse con una pequeña pera de lavado o en algunas sex shop existen ya productos para este fin. Esto para evitar “accidentes” y para hacer un juego más limpio para ambos.
Luego del sexo anal el hombre deberá lavar el pene y sus manos con agua y jabón, y ella igual, para evitar infecciones
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