El orgasmo es una respuesta fisiológica, emocional y social: une el cuerpo a la capacidad de gozar y de compartir la experiencia sexual. Sin embargo, los condicionantes socioculturales han sido causa de muchas limitaciones a la hora de hacer el amor.
La mayoría de las mujeres tienen orgasmos, aunque la respuesta puede variar. Algunas tienen orgasmos por coito vaginal y por la estimulación focalizada del clítoris. También existen mujeres que privilegian el uso de vibradores al de las manos, obteniendo una buena respuesta orgásmica por este medio.
La sensibilidad del clítoris a los estímulos eróticos puede detonar el orgasmo por el simple roce con la almohada, el colchón, o el chorro de agua del bidet o la bañera. Los componentes emocionales son imprescindibles: la relajación y la entrega a la experiencia emocional, considerando el encuentro sexual como positivo y vital son fundamentales.
En todos los casos la respuesta es fisiológicamente normal, sin embargo hay mujeres que privilegian el orgasmo por penetración y creen (tanto ellas como sus parejas) que si no lo tienen son “anormales”.
Fingir el orgasmo
A pesar de que muchas mujeres tienen las capacidades físicas y emocionales intactas para tener orgasmos deciden fingirlo ¿Por qué?
Dos estudios realizados en Inglaterra y en Nueva Zelanda encontraron cierta incongruencia entre las verbalizaciones de placer y el placer real. Aproximadamente un 25 % relató que emitían gemidos y verbalizaciones durante casi toda la relación sexual y un 50 % durante una parte del encuentro.
Consultadas sobre por qué necesitaban emitir gemidos y expresiones de placer, casi el 90% de las encuestadas respondió que lo hacían para aumentar la autoestima de sus parejas, y un 50% agregó a la respuesta anterior otros factores: dolor durante el coito, aburrimiento, cansancio y apuro por limitaciones de tiempo.
Con el fin de evaluar la consideración del orgasmo en su relación de pareja, casi el 68% de las mujeres respondió que no se separarían aunque nunca llegaran a un orgasmo con ellos.
El imperativo del coito
Otra hipótesis estudiada por los investigadores de Nueva Zelanda es si la relación pene-vagina seguía teniendo la misma importancia a la hora de tener un orgasmo, subestimando otras prácticas. La conclusión es que sí, el “imperativo coito” sigue ocupando un lugar privilegiado en las prácticas sexuales: “el sexo no es en realidad sexo si no ocurre la penetración pene-vagina”.
Otro aspecto que aún sigue vigente es la prioridad que tiene el hombre para guiar la relación y para alcanzar su orgasmo, dejando a la mujer a la espera de otra oportunidad con mejor suerte.
Tips para tener orgasmos verdaderos
* Disponer de tiempo suficiente para en encuentro sexual.
* Un buen juego previo ayuda a relajarte y a una buena lubricación.
* Intentá expresar lo que realmente sentís. Es un tema de los dos romper con el mito del “imperativo coito”.
* Hay muchas variantes para obtener el orgasmo, no des prioridad a la penetración.
* Dejá que el otro use la boca, las manos, un vibrador.
* Masturbarte durante la relación o usar un vibrador son variantes para incorporar a la relación.
* Pedí lo que te gusta o lo que necesitás para lograr placer.
* No intentes dejarte de lado para complacer exclusivamente al hombre.
* La relación es de los dos, para los dos. Ninguno tiene prioridad.
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